jueves, 22 de diciembre de 2011

La Reina Biscuit

Me vais a disculpar, pero he de decir que este año me apetece muy poco celebrar la Navidad. Es más, creo que ni me apetece hacerlo y ya se lo he hecho notar a mi madre, la Reina Muffin: no he puesto los adornos en la casa, ni me he propuesto ponerlos; no he hablado de lo que quiero por Reyes, ni por Papá Noel, ni tan siquiera por mi cumpleaños, que es el día 3 de enero; ni siquiera he pedido dinero para ir a por los regalos de los demás, porque estamos en época de vacas flacas y los regalos los hacemos conjuntos mi hermana y yo, y he decidido delegarle toda la responsabilidad. 

No me apetece demasiado celebrar la Navidad este año, porque simplemente, no ha sido un buen año. Y no me valen las preguntas inquisidoras del estilo ''¿Y es que ahora en la facultad no estás bien y no te animas?'', porque a esas preguntas les responderé con un ''tres meses son sólo la cuarta parte de un año''. Claro que sí, que me lo he pasado muy bien estos últimos tres meses, pero como ya he dicho antes, no ha sido todo mi año y, sinceramente, el año 2011 ha sido una absoluta bazofia, una mierda del tamaño del cero que saqué en Física el año pasado (por primera vez en toda mi vida, aunque no cuente las setenta y cinco décimas que lo acompañaban). Es decir, un cero immenso (y sí, es intencionado).

Pero no voy a detallar punto por punto por qué 2011 fue tan mal año, ni tampoco por qué 2012 puede ser un año mejor, sino que simplemente quería usar todo este post, este enorme e incoherente post, para agradecer a una persona muy especial lo que lleva haciendo por mí estos últimos tres meses. Ya lo reventé por Twitter, pero bueno, no está de más recordar que esa persona es María Rodrigo, @merirodrii para los tuiteros, Meri para los amigos, y la Reina Biscuit para mí. 

Hay momentos en tu vida en los que te das cuenta que las apariencias engañan, las primeras impresiones sólo valen para hacerte tener una primera idea de una persona que, normalmente, suele estar equivocada y que el tiempo acaba poniendo las cosas en su lugar. Con María, la Reina Biscuit, me ha pasado. Y sé que suena estúpido que la llame así, así como que diga a una persona ''mona'' que para mí es un ''Muffin'', pero es que la gente no tiene por qué estar presente en mi mente, en mi cabeza demente y comprenderlo todo. En mi mente, todo es un tanto psicodélico y no queda otra que aceptarlo.

No sé si os ha pasado alguna vez, con un amigo, que simplemente necesitas estar en una terraza, sentados en un sofá, tomando un helado y una coca cola mientras habláis, y notas esa sensación de paz, de tranquilidad y de confianza. La sensación de hogar y de familia, de verdad, que no puedes tener con todo el mundo. Hubo quien en un primer momento nos confundió y pensó que éramos hermanos, y creo que nunca llegaremos al punto de llamarnos entre nosotros así, pero sí que reconoceré, siempre, que en ella he encontrado un alma que, si no gemela, al menos es melliza. Da consejos como nadie y es la primera que me da bofetones en la cara con la realidad cuando los necesito, como cuando me emborracho y me pongo plasta, o como cuando me estoy pasando de la raya. 

Pensé por un momento que había quien podría estar más cerca de mí que ella, pero en ese momento comencé a echarla de menos y, ahora que sé una milésima parte de lo que me puede aportar, estoy decidido a cuidar de ella como de la rosa más preciada. Son los pequeños detalles los que hacen que, aunque un año como este sea una mierda, al final, merezcan la pena. Ella no sabe lo agradecido que estoy a la aleatoriedad de la vida por ponerla a mi lado.

En otro orden de cosas, con esta entrada quería despedirme de vosotros y cerrar el blog por vacaciones, ya que han sido cuatro meses muy intensos con un blog que, aunque podría haber sido mucho mejor, no lo niego, ha crecido muy rápido. Pero 'La Casa del Árbol' cierra en Navidad y hasta mi cumpleaños no volverá a estar ocupada. Gracias a todos por gastar unos minutos de vuestra vida echándole un vistazo a todas las paridas chorradas e imbecilidades que he soltado durante este otoño y principio de Invierno. Como he dicho, volveré a principios de año con fuerzas renovadas, alguna que otra idea fuera de tiesto y algunos proyectos fuera del blog que os iré presentando aquí, que hay que promocionar el trabajo que entre el gran Carlos Frías (@carlitosfrias) y yo vamos a hacer desde principios de año. No puedo adelantar mucho más, pero seguro que os encanta. 

¡Os veo el 3 de Enero! ¡Feliz Navidad!
Os dejo con uno de mis últimos descubrimientos, ''The broken ones'', el nuevo single de Dia Frampton.


lunes, 5 de diciembre de 2011

Billie Jean




...Mi madre me dijo 'Ten cuidado de a quién amas y de lo que haces,
porque al final, la mentira acaba siendo verdad'...