domingo, 18 de marzo de 2012

El olvido

Cuando entré en su habitación, Sabina entrelazaba sus dedos y los desentrelazaba a una velocidad sobrehumana. Sin embargo, su mirada seguía perdida en un punto fijo que escapaba a mi imaginación, que escapaba a mis ojos, que escapaba a mi mente. 

Sabina desentrelazó los dedos una última vez y, entonces, me di cuenta que sobre su camisón blanco había grandes manchas de sangre que los recorrían de arriba a abajo. Me miró a los ojos y, para mi sorpresa, esbozó una sonrisa antes de lanzarse sobre mí.


viernes, 9 de marzo de 2012

Moralina barata

Moralina : 
f. Moralidad inoportuna, superficial o falsa.

¿Qué nos hace pensar que somos dueños de la moral de los demás? ¿Qué nos hace pensar que somos la realidad en estado puro y que nuestros dictados son la norma a seguir? ¿Qué os hace pensar que necesito vuestros consejos para seguir viviendo? 

No lo comprendo, ni lo comprenderé nunca. Cómo gente que no interactúa, que no se moja, que de cara a los demás no existe y que cuando existen es imponiendo una serie de condiciones propias, puede creerse en posesión de la moral de los demás. Me indigna sólo de pensarlo.

Bueno, mejor dicho, me da asco.

martes, 6 de marzo de 2012

Verdad o, como dirían los suecos, Sanningen

Hay veces que únicamente necesitas mirar a los ojos de otra persona para saber cuáles son sus intenciones. Normalmente no, normalmente cuando miramos a los ojos de los demás nos encontramos todo un universo de perfectas mentiras, un entramado de relaciones inexistentes creadas y contadas únicamente para despistar a la mente del que mira, del que intenta profundizar en el contrario. 

Hay veces que cuando alguien nos mira a los ojos, nosotros mismos somos los que creamos dicho entramado de realidades, que con un único chasqueo de dedos, desmontamos como si de un martillo golpeando una pared de madera se tratase. Bueno, no siempre, a servidor le cuesta mucho, muchísimo, por no decir una barbaridad, porque le gusta exhibirse emocionalmente hablando. No es que lo vaya buscando, ni mucho menos  (aunque sí que debo reconocer que sentirse el centro de atención es verdaderamente tentador, todo un pastelito dulce que morder), pero hay quien no sabe poner barreras entre el universo exterior y el interior, diluyéndose los bordes de ambos como una acuarela al caer en el papel. 






Hay veces que, cuando miro a alguien a los ojos, le ofrezco toda mi verdad, le hago sentir todo mi ser, le enseño lo que de verdad es Heras, que no es más que Miguel. La llave hay muy pocos que de verdad la tengan, que puedan pasar de una habitación a otra dentro de esta casa, a la que llamo La Casa del Árbol. 


Pero quien siempre la tendrá, es Laura. 

viernes, 2 de marzo de 2012

Soldados

Soy joven y no sé tomar decisiones,
más allá de comer, beber o dormir
únicamente disfruto de ti
pero aún así, soy incapaz de ignorar las opiniones.

Tomando la vida como campo de batalla,
me enfrento a todos mis males con entrega,
espada y escudo de madera,
pero en el fondo, la bomba dentro de mí estalla.

Soy como esos soldados
que se declaran en guerra contra el mundo
pero. en el fondo, intuyo
que a mi alrededor todos se sienten apenados.

Gritar lo que siento es lo único que me hace sentirme mejor,
romper las cadenas, tirar las armas,
arrojarme a tus brazos y sentir que acaban las batallas,
pero soy joven y no el mejor decisor.

Sé que no es el mejor poema de la historia, pero... en fin. No tengo por qué dar tantas explicaciones.