domingo, 13 de mayo de 2012

Último suspiro

Cuando se apagan las luces se apagan por última vez, sentimos vacío en nuestro interior, reflexionamos y le damos vueltas a la cabeza, creyendo que todo lo que hicimos estuvo equivocado y que la dirección que tomamos nos hizo perder nuestra esencia.

Pero debería ser bien sabido que esto no es así, que apagar las luces, cuando lo hacemos voluntariamente, no es más que poner punto y final a un capítulo, a un tomo de nuestra vida. Es querer que todo pase, que todo cambie, se transforme, evolucione y crezca.

Y así es como cierro este capítulo y apago, por última vez, la pequeña candela que alumbró esta pequeña casa durante los últimos 9 meses. Sea coincidencia o no, el tiempo que dura un embarazo. Surgen proyectos, ideas, y todo debe materializarse.

Pero, hasta entonces. 
Con un último suspiro, apagaré la luz en este hogar de papel y carboncillo.