jueves, 22 de diciembre de 2011
La Reina Biscuit
lunes, 5 de diciembre de 2011
Billie Jean
...Mi madre me dijo 'Ten cuidado de a quién amas y de lo que haces,
porque al final, la mentira acaba siendo verdad'...
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Inventing Shadows
lunes, 28 de noviembre de 2011
Caracola
martes, 22 de noviembre de 2011
Shelter
Amparandome, ocultandome
¿Puedes oír cuando digo que
Nunca me he sentido de esta manera?
Tal vez dije algo mal
¿Puedo hacerlo mejor con las luces encendidas?
tal vez dije algo mal
¿Puedo hacerlo mejor con las luces encendidas?
¿Podría ser yo? Yo estaba allí
me sentía tan de cristal en el aire
Todavía me quiero ahogar cada vez que te vas
Por favor, enséñame a respirar suavemente
Y voy a cruzar los océanos como nunca antes
Para que sientas lo mismo que yo
Y te reflejaré imágenes de vuelta a ti
Así podras ver como me siento
Tal vez dije algo mal
¿Puedo hacerlo mejor con las luces encendidas?
tal vez dije algo mal
¿Puedo hacerlo mejor con las luces encendidas?
Tal vez dije algo mal
¿Puedo hacerlo mejor con las luces encendidas?
viernes, 18 de noviembre de 2011
Circle the Drain
Who you are
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Teenage Dream
domingo, 13 de noviembre de 2011
The One That Got Away
Why don't you do right?
Los labios de Blancanieves
martes, 8 de noviembre de 2011
Shelter
lunes, 7 de noviembre de 2011
El Circo de los Horrores
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Feeling good
lunes, 17 de octubre de 2011
Cisne Blanco Cisne Negro
viernes, 14 de octubre de 2011
Set fire to the Rain
Las gotas de lluvia rozaban cada milímetro de mis mejillas, deslizándose, al ritmo que la gente abría sus paraguas y se alejaban poco a poco del banco donde estaba sentado, solo, calándome con cada partícula de agua que penetraba por mi ropa. Contemplé la capota gris que cubría la ciudad y subí las piernas al asiento del banco, me coloqué la capucha de la sudadera y me abracé a mí mismo mientras escuchaba el repiqueteo de la caída de la lluvia.
Deslicé mi mirada hacia el semáforo de delante de mí y contemplé una figura acercarse hacia mí. Una figura apuesta que, aunque no conocida de sobra, sí que se había vuelto familiar para mí. Hice el amago de sonreír bajo la protección que suponía el estar medio cubierto y sin posibilidad de que me reconociese. Podría haberme levantado del asiento y saludarle, pedirle cobijo bajo el paraguas e intentar, como quizás intenté antes, rozar sus labios de nuevo.
Pero no lo hice al ver que se acercaba a otra figura que aguardaba al otro lado del semáforo, con un paraguas diferente y con el brazo levantado, saludando. Fue entonces cuando el amago de sonrisa se desvaneció de mi rostro y fruncí el ceño de manera instintivo.
Y fue entonces cuando deseé prederle fuego a la lluvia y dejarles arder bajo las gotas de agua que caían. Por sentirme celoso, por saberme no deseado, por saber que nunca podría aspirar a nada porque cruzar nuestras miradas sólo puede significar algo amistoso y por saber que querer un beso cuando no hay unos labios que te quieran besar es estúpido.
Por eso quise prenderle fuego a la lluvia.
Pero al final, lo único que hice fue calarme hasta los huesos con la lluvia cayendo sobre mí, alejarme de aquellas dos figuras bajo sus paraguas y dejar que las gotas rozasen mi piel y me recordaran que el mundo es inmenso y que ninguno somos diferentes: si la lluvia cae, nos moja a todos.
Excepto si llevas un paraguas. Y yo me dejé el mío, igual al suyo, en el asiento del banco.
Y como no, esta no es una excepción.
viernes, 7 de octubre de 2011
El foco de la universidad
domingo, 2 de octubre de 2011
Cerrando etapas
jueves, 22 de septiembre de 2011
lunes, 19 de septiembre de 2011
La llama de una vela
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Una chica rica, un relato típico
Lys Taylor, hija de un gran magnate de la ciudad de Brightport, siempre había disfrutado de la vida que el dinero de su padre le proporcionaba. Pero, claro está, los billetes y las monedas nunca son lo prioritario en esta vida. Puedes vestirte con vestidos preciosos -como el plateado que ella misma lucía aquella noche-, pero hay una parte dentro de tu alma, de tu espíritu, que no puede ser comprada con lujos y cosas 'divinas'. Ella siempre había sentido el vacío en su interior, pero nunca había sido capaz de dar el paso para llenarlo con algo.
Se dio el último brochazo en la cara y se levantó del tocador, dándose la vuelta y saliendo de la habitación, quedando frente a la preciosa escalinata de mármol blanco que daba al piso inferior de la mansión que su padre, Magnus Taylor, había adquirido con trabajo, esfuerzo y muchos chanchullos. Suspiró y se levantó un poco la parte baja del vestido para no tropezarse con los tacones y caer rodando.
Pisó el suelo firme de la planta baja y observó el desfile de celebridades locales que accedían al interior de la gran sala de fiestas que tenía preparada su padre para esta ocasión. Ella, realmente, no sabía qué celebraban, ¿un nuevo intercambio de maletines para que su padre crease un nuevo laboratorio? Con la Corporación Quimera fuera de juego... cualquier cosa podría suceder.
Y ella, mientras tanto, soñando con cambiar su vida y llenarla con algo nuevo... Ilusa, sabía que, aquella noche, no se daría el caso.
lunes, 12 de septiembre de 2011
De visita por la Facultad; menú
Caprichos: Poloflá de limón a media mañana
No como el vaquero Woody...
Pero no, esta no es la situación. No sé qué va a ser de mí por una cosa tan sumamente nimia para algunos como es el horario de la universidad. Puede que quizás muchos no comprendan mi fijación con el horario de mañana, pero otros lo entenderán perfectamente: este verano está siendo particularmente duro para mí, siendo el primero en el cual estoy con el tratamiento para la colitis ulcerosa que padezco desde ya casi un año, y siento que cuando por fin estoy alcanzando más o menos el objetivo de poder llevar a cabo una rutina normal, las cosas se desvanecen como el humo por un simple horario basado en el azar. Sé que muchos no entenderán mi situación, pero no pretendo hacérosla comprender a base de un discurso vacío.
Mañana me voy a levantar y voy a recoger todos los papeles que ahora descansan sobre mi escritorio, los cuales he repasado una y mil veces, y voy a ducharme y afeitarme. Me vestiré, cogeré mi iPod y una carpeta con la documentación y, dinero en mano, iré hacia la parada del 20. Me montaré en el autobús, que me dejará frente a la Facultad de Derecho, justo en la acera opuesta de la cuesta que me llevará hasta mi Facultad. Entraré por la puerta de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y hablaré con la persona que haya en secretaría y... el resto, es todo suerte.
No deseo suerte, la suerte sería si mi razón fuese nimia, si fuese barata. No deseo suerte. Deseo poder seguir con esta vida normal que, aunque a muchos os parecerá una tontería, a algunos se nos hace cada vez más complicada. No sabéis lo que tenéis, no lo valoráis, hasta que lo perdéis. Yo no lo sabía.
domingo, 11 de septiembre de 2011
Miguel de Cervantes
viernes, 9 de septiembre de 2011
L-O-V-E
miércoles, 7 de septiembre de 2011
El Cerezo
martes, 6 de septiembre de 2011
Un día de suerte

sábado, 3 de septiembre de 2011
Corazón Satélite
miércoles, 31 de agosto de 2011
Como diría Cee Lo Green...
Queda ya poco para comenzar mi periplo por la Universidad y comenzar a estudiar Publicidad, y no sé por qué, a medida que se acerca el momento, mis dudas se despejan y mis miedos comienzan a aflojar sus cadenas en torno a mí. Me siento cada vez más seguro de que mi elección fue la correcta en un momento de inseguridades estúpidas y absurdas, y que aunque mi prematura timidez en momentos así, en los que me voy a ver con un montón de desconocidos, no tiene por qué tener razón de ser: ellos vienen a lo mismo que yo, a estudiar lo que ellos quieren y, ¿por qué no? A empezar de cero en mil y un aspectos.
Porque nunca he negado que entrar en la Facultad, para mí, va a suponer romper con muchas cosas pasadas y empezar a hacer lo que de verdad me apetece hacer, sin importarme la gente que me rodea… ¿O quizás no tanto? Seguramente encuentre mucha gente con la que compartir mi vida, mis cosas, y que seguramente respetarán mis decisiones personales mucho más de lo que la gente en el Instituto, tan estereotipada y tan sumamente pasada de año en año por un grupo de profesores que muchas veces parecen tener Guettos en las mismas clases, que es incapaz de comprender que el mundo se divide en más cosas que buenos y malos, que no todos los que te siguen son geniales y no todos tus contrarios son lo peor. Ellos no están preparados para el mundo, y eso se demuestra ahora, al enfrentarte a un mundo mucho más adulto.
Mis seis años de Instituto comenzaron de una manera más o menos buena, pero se fueron destruyendo poco a poco, como un ejército en un ajedrez, comencé a perder mis peones, mis defensas principales, y mis órganos ejecutores principales, torres, caballos y alfiles, caían con la velocidad de un tornado, dejando a la reina y al rey juntos y sin más protección que la interacción entre ellos. Cayendo la reina, el rey quedó al descubierto. Mis defensas mentales fueron perdiéndose por el camino, y este último año, al que a todo se le ha unido una serie de problemas físicos y de salud importantes, no he podido soportar más presión de la que he tenido que soportar.
Ahora, a pesar de todo esto, es mi momento, como diría alguna pseudo-diva televisiva, pero no mi momento de destacar, no, sino de ser yo mismo y disfrutar de las cosas tal y como yo quisiera. Y aunque comience con un poco de miedo, ya hay gente como Aless y Alejandro, a los que conocí el otro día, que de seguro me harán el pase del Instituto a la Universidad mucho más ameno que el, y lo siento, puto Instituto fue durante seis años.
¡Ah! Y esto es lo que le dedico a los señores… ¿merdellones? Del San José... Bueno, y a unos cuantos que van de pijos con pantalones por las rodillas.