domingo, 11 de septiembre de 2011

Miguel de Cervantes

Está siendo uno de los proyectos más duros a los que me he enfrentado en estos años que llevo dedicado en cuerpo y alma a la creación de historias escritas en paralelo a mi propia vida real. El instituto, la natación... nada tiene comparación a la dedicación que le estoy intentando poner a la escritura, para qué mentirnos, a pesar de los grandes vacíos en los cuales la inspiración me abandona y las historias desaparecen de la faz de la tierra como si de humo se tratasen, pero la escritura sigue siendo mi deseo interno y sé que hay que luchar por encontrar un hueco en este mundo de locos, pero bueno, aquí sigo, intentando hacerme un nombre en la comunidad bloggera que, por ahora, no va demasiado mal.

Mi blog no está siendo comentado en otros blogs, está claro, ni mi libro publicado en Literatura Nova está siendo criticado en mil y una webs de reseñas literarias. No lo niego, lo he buscado por si alguien ha opinado acerca de él, como creo que muchos de vosotros haríais en mi situación, pero creo que mi trabajo no me va a dar los frutos que espero a corto o medio plazo. Y eso es lo que más fuerte me está haciendo crecer personalemente: el realismo con respecto a lo que deseo hacer.

Porque a base de esfuerzo es como he de conseguir las cosas. No todo lo debo tener regalado. No todo debo conseguirlo de primeras, he de luchar por lo que quiero y lo que deseo y lo que espero. El mismo lunes he de enfrentarme a ello con el cambio de turno de la universidad que, probablemente, no me den, pero he de intentar luchar por ello si es lo que de verdad deseo.

Hace aproximadamente tres años, con la muerte de mi abuelo materno, la familia paterna de mi madre, los de la zona de Castellón y la zona de Melilla y Tánger empezaron a entablar contacto con la señora Eva, uséase mi madre, y fue por ello por lo que nos enteramos de la intención de una prima nuestra de casarse en Málaga. Sé que en principio todo puede parecer superficial, incluso frío, pero todo toma sentido en un momento. Conocí a parte de mi familia a la cual desconocía y de la cual luego no he tenido demasiada noticia, a excepción de mi tía Mari, a la cual cogí mucho aprecio en aquel mismo momento y que, sin pretenderlo, hizo llorar a mi hermana hablando de mi abuelo, a quien ella adoraba y a quien Laura cuidó hasta el último día de su vida. Algún día hablaré de él. Es una deuda que tengo. 

El hermano de mi abuelo, sin embargo, me dio una clave que posiblemente no comprendiese hasta estos meses: perseverancia y empeño. Éste es el nexo que une todo el post y le da coherencia. No es un post en el cual quiera atacar a la gente, no es un post que yo quiera poner por desahogarme. No, es un post para mí mismo, para leerlo y recordar por qué estoy donde estoy y por qué quiero conseguir lo que quiero conseguir. Por eso que esté mejor o peor me da igual.

Antes de irnos de la boda, mi tío me comentó algo y me dijo que lo guardara como un tesoro. Él, como mi abuelo, adoraba pintar, pero mi tío pintaba lo que veía (la playa, la arena, los barcos, la mar...), sin embargo, él no pintaba esos cuadros, sino que tuvo una idea. Leía ''El Quijote'' y pensó en narrar los hechos que en el libro pasaban como en un cómic. Realizó un bloc entero, como un cómic, con las aventuras de Alonso Quijano y Sancho Panza y un día marchó a Madrid, de puerta en puerta, buscando a quién le interesaría la idea. 

Sin embargo. La idea nunca se la llegaron a publicar, y el bloc se perdió entre un mar de deseos rotos. Poco tiempo después, su idea salió y una serie de dibujos acerca del libro de Miguel de Cervantes salió a la televisión. ¿Coincidencia? ¿Casualidad? ¿Causalidad? Quién sabe.

Mi tío me dijo que si quería algo, luchase por ello. Que busque mi propio camino y que no me desaliente porque a la gente de mi alrededor las cosas con sus sueños vayan mejor, yo no debo fijarme en los suyos, sino en los míos. 

Quién sabe, quizás mi momento pronto llegue.

1 comentario:

  1. Me encanta tu entrada de hoy. Eso mismo creo yo, debes de buscar a tu Don Quijote. Hay miles de escritores que son malísimos y sus libros aparecen en los escaparates cada año y escritores realmente buenos que están escondidos en la sombra. Lucha por lo que quieres y sobre todo por ser un gran escritor, si no consigues que te publiquen que sea porque a ellos no les guste no porque tus historias sean malas. Ánimo Cervantes!

    P.D. Un secreto personal: Leer a los clásicos es una fuente increíble de inspiración.

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